La crianza de un hijo especial es muy gratificante. Hoy Gabriel tiene 15 años y los resultados que obtiene, son gracias a Lafayette y Cepytin.
Me aturdían un sinfín de cuestionamientos: porqué yo, no es justo, ¿es un castigo?… la casa se entristeció… son las palabras de Martha Lucía Garcia, administradora del punto de venta Soacha, una mujer aguerrida que lleva 23 años de servicio en Lafayette.
La etapa de aceptación es una etapa difícil y larga y más incomprensible cuando cuestionamos a Dios, por eso Martha afirma que si no se hubieran aferrado a él, el trauma habría sido mayor. No entendía muchas cosas, solo sabía que Gabriel estaba ahí, era su hijo y como fuera tenían que superar esa situación.
Gabriel llegó con una misión y un don de abrir puertas…
Es así como mi esposo, mis hijos y yo emprendimos el camino para sacar adelante a Gabriel y nos convertimos en un gran equipo. En casa cada uno tenía una tarea y una función para apoyar a Gabriel. De manera increíble fue una sensibilización para todos. Él es hoy mi soporte, mi consuelo.
La crianza de un hijo especial es muy gratificante porque es un logro. Hoy Gabriel tiene 15 años y los resultados que obtiene cada día, se los debo a Lafayette. Cada vez que he necesitado, Lafayette me ha extendido su mano, y no solo por el aporte económico que recibo, es sentir la solidaridad de la empresa con nosotros, el calor humano y la receptividad de cuando necesito algo, incluso un permiso…
Como lo indica el significado del nombre “Gabriel”, fuerza y poder de Dios”, a eso llegó mi hijo a este mundo, enviado por Dios para fortalecernos y unirnos como familia.
Un gran equipo: Lafayette y Cepytin
Centro de apoyos en pedagogía y terapia integral. Lleva 28 años de funcionamiento y nueve en alianza con el Fondo de Empleados de Lafayette (FEL), luego de tres años se une Lafayette y se fortalece el programa en beneficio de los hijos de los empleados con condición especial. Esperanza Falla, fundadora y directora de la fundación, es una convencida de que más allá de un trabajo terapéutico y lograr la movilidad de un brazo, una pierna, o de la lengua, lo más importante es la reparación de la familia: el trabajo terapéutico no es suficiente, se requiere de un involucramiento total de la familia. En un altísimo porcentaje, la primera que requiere restauración es la familia, afirma Falla, defensora de los derechos legales de personas en condición especial en el marco de la ética y la responsabilidad social.
Esta fonoaudióloga de profesión con estudios en diseño de modas, quería trabajar en una empresa de ropas, propiedad de su familia, pero, una vez realizadas sus prácticas como fonoaudióloga en el Hospital de Kennedy (carrera que escogió por “descarte”), encontró su razón de ser: los niños con condición especial le tocaron el corazón. En ese momento entendió que más allá de una terapia, lo verdaderamente importante es restaurar a la familia, apoyándoles con el entendimiento de la situación, es por eso que trabaja en co-creación de políticas públicas para defender los derechos de éstas personas. Promueve el derecho a la capacidad diferente, de manera que se reconozcan en ellas la funcionalidad, la autonomía y la independencia.
En alianza con el ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar), Cepytin trabaja alrededor de la vigilancia de derechos de la niñez y la infancia, en temas como la nutrición, el maltrato verbal y físico, y el abuso sexual; tristemente éste último es de los más altos según las estadísticas y es un tema por el cual Esperanza da la batalla diariamente.
En Cepytin amamos a Lafayette, afirma Falla, es una empresa que ha creído en esta población, que nos ha mirado, que nos apoya y que para ellos la calidad humana está por encima de cualquier interés.
“Para Lafayette es importante el empleado pero también su familia, por eso queremos bienestar para ti y los tuyos”, afirma Luz Marina Castañeda, directora de Nómina y Bienestar de Lafayette y quien ha creído en esta alianza con Cepytin. Es una de las premisas de la organización que abanderan programas como éste, que con un esfuerzo del FEL, de la empresa y de la caja de compensación, se han podido beneficiar a muchas familias que no cuentan con recursos suficientes para adelantar un tratamiento terapéutico y sicosocial, pues los costos son muy altos en comparación con un colegio regular.
En promedio, el FEL invierte anualmente 17 millones de pesos en el programa y Lafayette cerca de 20. Recientemente la empresa donó a Cepytin, siete licencias del Software “Hablando con Julis”, por valor de siete millones de pesos y que tiene como propósito facilitar la comunicación y el aprendizaje de personas con dificultad para hablar, leer y escribir.
Actualmente, 10 familias de Lafayette se benefician del programa terapéutico que puede lograr en la persona funcionalidades que cambian la calidad de vida de las familias: desplazamiento autónomo –dependiendo del caso, si es una condición de síndrome de Down, o retardo mental leve, moderado o crítico–, manejo del dinero, auto-determinación, desarrollo de capacidades en el deporte, para lo cual algunos niños han podido participar en las ligas en deporte paralímpico –Fides– y, en el mejor de los casos y con terapias exitosas, el adulto en condición especial es preparado para una inmersión laboral. Entidades como Home Center, el Sena, Hamburguesas el Corral, Alkosto, entre otras, adelantan este tipo de acciones.