Emprendimos un largo viaje en compañía de dos talentosos artistas colombianos: el cineasta y fotógrafo Camilo Matiz y la diseñadora de moda Olga Piedrahita, hacia un lugar del mundo donde el sonido de los vientos provenientes del Océano Atlántico, se funde entre majestuosos paisajes de musgos espesos y altas montañas que abren paso a imponentes cascadas de aguas cristalinas.
En esta tierra mística de vikingos, elfos y duendes, se hornea el pan dentro de ollas de acero dispuestas entre agujeros excavados en sus suelos volcánicos. Su dulce sabor es una mezcla de cereal y castañas. Y, comúnmente, es servido en tajadas cubiertas de mantequilla. En aquellas tierras lejanas abundan los brotes de aguas termales. Allí sus habitantes dicen que son un regalo que la naturaleza les hace. Pues, gracias a estos disponen de aguas con temperatura promedio de 95°C. Algo que, sin duda es todo un privilegio en aquel lugar donde el frío de invierno alcanza los -25°C.
Para emprender esta aventura, Olga llevaba en su equipaje su más reciente colección. La misma estaba conformada por más de 40 atuendos elaborados en bases textiles de Lafayette, toda en estampación digital. Todos estos conceptos gráficos se fundirían con el color y texturas de cada uno de los lugares donde serían capturados por la cámara.
Por otra parte, Camilo llevaba un arsenal audiovisual que incluía cámaras fotográficas de última generación que le proporcionarían la definición precisa de cada prenda en movimiento y drones de lentes intercambiables para realizar capturas del entorno de manera sin igual. Y nuestras maletas, iban llenas de inspiración y ansiedad por estar a punto de realizar nuestra pieza icónica: el calendario 2018 (Ver calendario y Fashion Film 2017).
Un viaje lleno de momentos y experiencias nuevas
Luego de un largo recorrido, el avión aterrizó y una vez fuera del avión la baja temperatura se hizo sentir. Sería una aventura inolvidable. No había tiempo que perder, así que, se hizo el reconocimiento de las locaciones para determinar los tiempos de traslado, se realizaron ajustes logísticos, análisis de luz y se estableció la hora apropiada para cada toma.
Durante cuatro días ese país de majestuosos de paisajes e imponentes aguas a su alrededor, fue testigo de una producción sin precedentes. Con ello pudimos entender una vez más que la creatividad no conoce de fronteras y que a la hora de crear, sólo la imaginación es el límite.
Pronto conocerás un poco más de este proyecto que hemos realizado para ti.